🏬 El Encanto | La Tienda de La Habana, su historia..

El Atico de Pepe Forte

El Encanto fue la mas fastuosa tienda de Cuba. En este capítulo de EL ATICO DE PEPE, su conductor Pepe Forte, describe el portentoso establecimiento comercial, a la altura de las más exquisitas tiendas parisinas. Comenzando en las postrimerías del siglo 19, ya para finales de la década de los 50 del 20, era cadena de grandes y medianos almacenes. En el año 1888 dos hermanos naturales de Asturias, Pepe y Bernardo Solís, y el socio Aquilino Entrialgo, fundaron la sociedad Solís, Entrilago y Compañía SA, para erigir un establecimiento en la calle Galiano y San Rafael, en La Habana. Para los años 30, El Encanto original había progresado mucho, y fecundó en la semilla de otros grandes tiendas en España, como El Corte Inglés, y Galerías Preciado. Entretanto en Cuba, en el año 1936 se crea la sucursal de Camagüey, la segunda más grande después de La Habana. Luego Solís, Entrialgo y Compañía S.A., contrataron al arquitecto René Ramiro Campi y Rodríguez para una reedificación de ésta, que utilizó las estructuras existentes de tres antiguas casas coloniales, en la esquina de General Gomez y Maceo. El proyecto comenzó en 1951, y las obras terminaron en 1954. Se hicieron otros muchos El Encanto en otras ciudades de Cuba: En 1948 en Santiago de Cuba, y luego en Holguin y en Santa Clara, y hasta en Varadero, y para 1958 había El Encanto en Bayamo, Guantánamo, Manzanillo, Ciego de Avila, Sagua La Grande, Caibarién, Matanzas, y hasta en Güines. Pero “el gran” Encanto de La Habana arranca en 1949, cuando se amplió hasta la esquina de San Miguel, y llegando hacia atrás a la calle Águila, casi una manzana completa. Esto se debió a una reedificación en 1948, que se ejecutó sin cerrar el edificio. Se trajo todo el mobiliario nuevo, con mas acceso para los clientes gracias a la parte superior de cristal de los flamantes exhibidores, se instalaron escaleras eléctricas, y aire acondicionado central, ¡perfumado! Fue ahí que se estrenaron las famosas vidrieras o escaparates, que hicieron más famosa a la tienda de El Encanto, y que creó la tradición entre los habaneros de “ir a pasear” tan sólo con la idea de admirarlas. Las vidrieras se cambiaban los viernes. La tienda, por departamentos, tenía 65 de ellos en sus 5 plantas comerciales, de los 7 pisos del edificio. El Encanto contemplaba una sastrería para caballeros, con los famosos trajes marca Century, que eran una exclusividad de allí, confeccionados con el clásico drill 100, de puro lino blanco, muy apreciado entre los cubanos de la época. La ropa era hecha en sus propios talleres, pero también tenía un atelier en la Calle Ayestarán. El Encanto tenía productos exclusivos de París o de La Habana, que ni siquiera se conseguían en en New York. En 1952 El Encanto consiguió "la exclusiva" de la marca Dior en Norteamérica, y así Christian Dior visitó El Encanto en 1956, y creó el Salon Francés, decorado como el Palacio de Versailles, que fue el preferido de la actriz mexicana María Félix. El Encanto distribuía su propia marca de televisores. Desde el año 1934, El Encanto extendía una tarjeta de crédito para sus clientela exclusive. La tienda tenía su propia perfumería, y su colonia propia, además de que Dior distribuía en exclusiva sus perfumes en El Encanto. Las tenderas tenían una etiqueta de vestuario: en el invierno de negro y de blanco durante todo el verano. La Cafetería de El Encanto era muy apreciada no sólo por su belleza, sino por su menú. El Encanto terminó sus días cuando, tras ser “nacionalizada” —intervenida por el nuevo estado castrocomintsta después de 1959—, fue incendiada en un sabotaje el 13 de abril de 1961, que acabó totalmente con el edificio, que fue demolido luego hasta sus cimientos, y hasta hoy, en la manzana que ocupaba, hay un parque.
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